Viajar superando la idea estereotipica del destino a descubrir no siempre es fácil, pero hay que intentar liberarse de ideas preconcebidas para descubrir con más profundidad, y sobre todo, libertad, lo que nos espera.
Tres destinos, tres ideas, tres formas de verlos de otra forma…
Dubrovnick. Más allá de sus muros medievales
La hermosa e histórica Dubrovnik, es mucho más que muros medievales, edificios góticos y empinadas calles. Cuando las oleadas de turistas que habitualmente llenan sus calles vuelven a los cruceros para continuar su viaje, la ciudad croata ofrece al visitante una imagen bien distinta.
Es el momento de descubrir tranquilamente su renovada oferta gastro, que ha actualizado con buenos restaurantes, como es el caso de Posat, perfecto para tomar marisco, y de cafés regentados por expertos baristas, como Cogito Cafe, un pionero de la capital croata, Zagreb, que acaba de desembarcar en Dubrovnik. Y finalizar la jornada en alguno de los modernos cocktail bars, como Bar by Azur, que incluyen en muchos casos, terrazas abiertas a las aguas de la costa Dálmata.
Miami. Hervidero de arte contemporáneo
La ciudad de Miami nos trae a la memoria playas de fina arena, cuerpos en bikini, preciosos edificios art deco, descapotables de impacto y mojitos a la luz de luna con el sonido de fondo de la música de uno de sus habitantes más famosos, Pitbull.
Pero Miami también sorprende al visitante con sus magníficos espacios de arte, museos y galerías, que convierten a la ciudad de Florida en un paraíso para los amantes del arte contemporáneo y el diseño.
Mykonos. También huele a sal y arena
La pequeña isla griega de Mykonos, es sinónimo de fiesta hasta el amanecer. Pero esta hermosa isla, con sus casas cúbicas encaladas y sus playas de un azul turquesa intenso, sorprende al viajero con un acusado contraste, en el que sus diminutas iglesias -según los locales hay 365-, conviven con las boutiques de firmas internacionales de lujo.
El Mykonos nocturno, glamuroso y chic de locales como Ling Ling Mykonos Hakkasan, un nuevo concepto de restaurante del conocido grupo británico de restauración Hakkasan inspirado en las tabernas y bares japoneses informales, no ha conseguido desterrar al Mykonos diurno que huele a sal y arena.