3 Destinos europeos para una Navidad perfecta

Panteon, Roma

Roma

La Navidad es una época en la que la tradición manda, por eso la capital italiana se convierte durante las fiestas en un destino especialmente recomendable, ya que Roma se vuelca en las celebraciones. El incalculable patrimonio artístico de la ciudad eterna, exhibe a los visitantes su joyas y obras relacionadas con las fiestas -no hay que perderse el belén (presepe) de la Plaza de San Pedro-, pero también, los que se instalan en la Plaza del Popolo y el que ocupa la preciosa y concurrida Plaza de España.

Los conciertos de música sacra y litúrgica se suceden en las iglesias de Roma, así que no dudes en unirte y disfrutar de alguno de ellos. También los mercadillos navideños protagonizan otros escenarios emblemáticos de la ciudad, como la Piazza Navona -que se llena de puestos con artesanía y productos gastronómicos típicos de las fiestas desde hace más de un siglo-, o el que ocupa el encantador Campo de Fiori.

La tradición también nos dice que hay que tomar pannetone -aquí no sabe igual- acompañado de un buen chocolate caliente, y para los que van a visitar Roma en fin de año, recordarles que no se toman uvas, sino lentejas.

Lisboa

Lisboa

La cercana Lisboa, es un destino cómodo y asequible para pasar la Navidad, disfrutando de la habitual calidez -en términos de amabilidad pero también de temperatura, gracias al clima atlántico- de la capital portuguesa. Durante las fiestas, los que elijan Lisboa encontrarán una ciudad que deslumbra, colorida e iluminada en sus calles, en las que no faltan los tradicionales puestos de castañas asadas, para delicia olfativa del paseante.

Entre todas las visitas destacadas, hay que acercarse a la Plaza del Comercio, para ver el magnífico árbol navideño que se instala en esta amplia y porticada plaza abierta al Estuario que nos habla de un pasado de esplendor. Además durantes estas Navidades, las fachadas de la plaza servirán de escenario para una proyección en en 3D protagonizada por unos duendes navideños que -a modo de calendario de adviento- van abriendo cada día las puertas de un edificio emblemático de Lisboa (a las 19:00, 20:00 y 21:00).

Para los que viajan con niños, hay que reservar un clásico de la navidad lisboeta desde hace más de ciento veinte años, el Circo de Natal de Coliseu dos Recreiros, y cómo colofón, despedir el año con las campanadas desde la Plaza del Comercio.

Notre Dame, Paris

París

La hermosa y acogedora París merece que sigamos viajando a ella, una y otra vez, y que nada nos haga cambiar de opinión, porque la ciudad se muestra aún más bella en Navidad.

La ciudad de la luz se ilumina aún más en Navidad, y los escaparates de sus exquisitas boutiques despliegan sus mejores galas para atraer a los que visitan París durante las fiestas. La tradición de los mercadillos navideños también se instaló con fuerza en la capital francesa, y cada Navidad nos sorprenden con la variedad de sus propuestas los que se encuentran en La Defense y el que ocupa la Avenida de los Campos Elíseos.

Sin la tradición belenística de otras ciudad, en París también podemos disfrutar de algunos belenes destacados, como los de la Catedral de Notre Dame, el de la Basílica de Sacré-Coeur o el de la Iglesia de la Madeleine, tres escenarios también de magníficos conciertos navideños.

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