Un artículo publicado hoy en Matador reunía en tono bastante cómico, diecinueve pistas para reconocer que de tu último viaje hace ya mucho tiempo.
Divertido, por el tono jocoso -con pistas cómo, tu protector solar hace mucho que caducó, empiezas a pensar en ardillas y palomas, cómo vida salvaje, no tienes nada que aportar a un conversación sobre viajes, o te cuesta reconocerte en tu foto de pasaporte-, pero tremendamente cierto. Una situación bastante más común para muchos, de lo que podríamos pensar, especialmente en el mundo anglosajón, en el que hay menos vacaciones, y la costumbre de tomar descansos de larga duración no está tan extendida cómo en otros países, especialmente de Europa. Por ejemplo, en los países nórdicos, la actividad prácticamente se interrumpe en julio, cuándo la gran mayoría de suecos, daneses o noruegos, acostumbran a tomar sus vacaciones de verano.
Y es que viajar es una necesidad que no deberíamos dejar de alimentar. Os recomiendo su lectura, especialmente ahora, con el recién estrenado junio. Quizás no necesites las pistas, pero puede hacerte reflexionar sobre aprovechar tus vacaciones para abrir tu mente a lugares desconocidos, conocer otras culturas y dejarte impresionar por nuevos horizontes. Tu mente te lo agradecerá.