Nunca olvidaré la primera vez que visité Tailandia, y mi primera impresión de su capital, Bangkok. El calor sofocante, los fuertes olores, a veces insoportables, el tráfico infernal y lo difícil de los desplazamientos a pie por la ciudad.
Si alguien me hubiera dicho entonces que iba a volver varias veces, y que todas esas incomodidades de aquellas primeras horas, quedarían oscurecidas al descubrir un país lleno de gente encantadora y paisajes increibles, lo variado de su cultura y su estupenda gastronomía, nunca lo hubiera creido.
El hecho de darle una segunda oportunidad y de contar con un mejor conocimiento de lo que íbamos a encontrar y ver, ayudó enormemente a descubrir la realidad del país del sudeste asiático, más allá de lo injusto que puede ser una primera impresión desafortunada.
Todo esto lo recordé al leer este artículo de Lonely Planet, en el que nos daba las pistas sobre 3 cosas, errores más bien, que pueden arruinar nuestro viaje a Tailandia.
Buscar la playa idílica que todos asociamos a Tailandia en el lugar equivocado, elegir un hotel en una zona desafortunada o intentar abarcar sin tener en cuenta el esfuerzo que puede suponer, pueden en definitiva, arruinar nuestra experiencia en un país que tiene mucho que ofrecer al que lo visita, al margen de lo que espere encontrar.