Morada de piratas y base de exportación de opio, Hong Kong es una de la ciudades más interesantes del mundo por su arquitectura. Su alta densidad y la escasez de terreno edificable, ha hecho que se construya hacia arriba, lo que ha propiciado una de las mayores concentraciones de rascacielos del mundo, de hecho tras Nueva York, es la segunda ciudad del mundo con más rascacielos.
Además de un impactante skyline, una de sus señas de identidad, es también un ciudad cosmopolita, en constante cambio que se reinventa a si misma.
Un artículo de la sección de Viajes de The New York Times nos dejaba pistas y recomendaciones para pasar 36 horas en la antigua colonia británica, con arte, gastronomía, copas, compras y por supuesto turismo.